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Fotos del Grupo CENTRO AGROINDUSTRIAL PAMPLONA
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Instructores SENA
Ing. NELSON JAVIER SANCHEZ ACEVEDO
Ing. MIGUEL ANGEL CONTRERAS PINZON
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LA VIDA SE NOS ACABA
lunes, 30 de abril de 2012
PLAGA ATACA A PASO DE CARACOL
De África salieron por error para saciar el apetito consumista de occidente y se convirtieron en plaga que devasta la biodiversidad, afecta la salud pública e impacta la productividad agrícola.
A simple vista son caracoles inofensivos, lentos y hasta ‘tiernos’ por la fusión de sus colores. Sin embargo, son los moluscos terrestres más grandes del planeta y hacen parte de las 100 especies invasoras más dañinas en el mundo, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Pero ¿cómo lograron llegar a Sudamérica y anclarse en 16 departamentos de Colombia?
La respuesta la resume el biólogo Édgar Linares, del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional: “Los humanos sacaron al molusco de su hábitat para comercializar su carne y extraer la baba utilizada en tratamientos estéticos, pero no lograron ni lo uno ni lo otro por los parásitos que posee”.
“Desde 1960 hay estudios que indican que es una plaga. En África, Asia y Oceanía, este caracol impactó la economía agrícola. Sin embargo, en Colombia no se ha hecho caso a las recomendaciones y sólo se piensa en hacer dinero. Aunque no se conocen las rutas de llegada, el primer registro se dio en Vaupés hace 5 años”, dijo Linares.
En Norte de Santander fue descubierto en 2011, en Cúcuta y Villa del Rosario. Linares hizo el estudio y los resultados fueron positivos.
Ahora, la plaga apareció en Teorama. En la finca ‘La alegría’ de la vereda El Farache, fue detectado por el agricultor Ariel Augusto Angarita Pineda, en 3.000 hectáreas de cultivo de lulo. Eso fue hace dos meses.
En el Hogar Juvenil Campesino de Convención, también se observaron moluscos africanos.
La proliferación de caracoles hizo que Angarita informara a la oficina de salud pública de Teorama. Luego se desplazó a la finca una comisión de la Alcaldía, el ICA, de la Defensa Civil, y de la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor).
En la inspección técnica, según Jhon Freiman Quintana Mejía, zootecnista de Corponor, se capturaron varios caracoles y se enviaron a estudios de Linares. El resultado nuevamente fue positivo.
“La distribución del caracol en Norte de Santander se está ampliando”, dijo Linares. “La deducción se basa en los estudios y aparición en varias zonas del departamento, lo que se constituye en indicadores contundentes”.
Según Quintana, el director de la seccional de Corponor en Ocaña, Pedro Pablo Torres Contreras, y el secretario de desarrollo comunitario de Teorama, Húbert Conde, el caracol pudo llegar a Norte de Santander desde Cali en forma de huevos camuflados en productos agrícolas.
Sin embargo, está la teoría de que los huevos viajaron en 60 toneladas de abono orgánico que la asociación Asocolfrute adquirió en Piedecuesta (Santander).
Impacto ambiental y agrícola
En Colombia, según Linares, hay 660 especies de caracoles nativos (terrestres y acuáticos); 30 de ellos viven en Norte de Santander.
La llegada de los moluscos africanos puso a los caracoles nativos a luchar por hábitat y alimento, lo cual deteriora la vegetación. Las especies autóctonas miden máximo 10 centímetros y las foráneas pueden alcanzar 17 centímetros en edad adulta y pesar 500 gramos. (Ver gráfico)
Esas características hacen que el impacto en el ambiente y la agricultura sea alto.
Según Linares, en Colombia está atacando cultivos de yuca en Vaupés, papaya en Putumayo, y lulo en Norte de Santander.
“En Teorama también está afectando la piña y en Convención el plátano”, dijo el zootecnista Quintana.
Vector de enfermedades
En Colombia, el Ministerio de Medio Ambiente incluye al caracol africano en el listado de especies invasoras que atentan contra los humanos. La Resolución 654 del 7 de abril de 2011, dice que la especie transporta parásitos que al ingresar al cuerpo humano atacan el cerebro y las vías digestivas.
“El riesgo más alto lo tienen los adultos en el campo. Generalmente, cumplen sus labores descalzos y pueden pisar heces con parásitos (los gusanos pueden medir hasta 1 centímetro), y si hay heridas en los pies, ingresan al cuerpo”, dijo Linares.
Igual sucede con los niños, que por la apariencia del animal tienden a manipularlo y se infectan.
“En Colombia se requiere con urgencia un estudio de parasitología que permita identificar el comportamiento del molusco y encaminar estrategias de prevención”, argumentó el biólogo.
Según Linares y el zootecnista Quintana, difícilmente se va erradicar el caracol del país. Es como querer acabar con los zancudos: se matan y aparecen más. Hay que controlar su reproducción para evitar en el futuro un impacto de grandes proporciones en la agricultura, los ecosistemas y la salud humana. http://www.laopinion.com.co/noticias
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