La Asamblea Departamental pedirá mañana al Invima la prórroga del plazo que le dio a los mataderos para que ajusten las condiciones sanitarias. (Foto CARLOS PATIÑO /La Opinión)
Un llamado perentorio al Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima, para que se prorrogue el plazo que tienen mataderos y plantas de sacrificio de ganado bovino de Norte de Santander para ajustar su funcionamiento a los estándares sanitarios ordenados en el decreto 1500 de 2007, hará mañana el diputado conservador Francisco Cortés.
La propuesta se producirá en el marco del foro que la duma departamental aprobó para analizar la problemática que se vislumbra para este gremio y el consecuente impacto que se trasladará a los consumidores ante la inminente clausura de la mayoría de estos establecimientos en el departamento.
Al debate están invitados la delegada del Invima y directora de los planes de racionalización para los cierres de mataderos y plantas de sacrificio, Claudia Forero; la Procuraduría Agraria; Policía Metropolitana, Corponor, Secretarías de salud y unos 100 representantes del gremio de peseros del departamento.
Cortés señaló que aprovechará la presencia de la delegada del Invima para exponer el estado en que avanzan los planes graduales de cumplimiento ordenados por el gobierno nacional a todos los establecimientos que se dedican al sacrificio, expendio y comercialización de carne bovina en Norte de Santande.
A juicio del diputado, es un hecho que la mayoría de estos establecimientos no alcanzará a reunir en el plazo fijado todos los requisitos exigidos en el decreto que reglamenta su funcionamiento, ante lo cual se solicitará al Invima que prorrogue los plazos inicialmente concedidos con el fin de evitar el cierre de ellos.
“... La solicitud va acompañada de la propuesta de crear mataderos subregionales mediante la figura de asociación de municipios, con lo cual se garantizaría a los municipios nortesantandereanos no solo la producción de carne en óptimas condiciones sanitarias, sino también el consumo constante”, explicó Cortés.
El impacto que produciría el cierre
En el departamento se han cerrado ya los mataderos de Toledo, Chinacota, Bochalema, entre otros, y en lista de espera está la mayoría, incluyendo los de Cúcuta y el Área Metropolitana, por no cumplir con la reglamentación sanitaria exigida.
De aplicarse la medida de cierre, la situación será aún más crítica, porque los municipios tendrán que buscar otra planta en donde safrificar ganado para abastecer el consumo diario de carne, “... hecho que acarreará mayores costos de sacrificio y transporte a los ‘matarifes’, y del precio del producto al consumidor final”, advirtió Cortés.
Pero no solo se dispararían los costos, a juicio de los expertos, también se teme una emergencia social sin precedentes para el gremio, todo por la supresión de empleos directos e indirectos (unos 12 mil en el departamento) que se generan del funcionamiento de estos establecimientos.
“Se corre el riesgo también que se dispare la proliferación de mataderos clandestinos, con las consecuencias sanitarias y epidemiológicas para los consumidores; al igual que la pérdida de ingresos a las arcas municipales, pues quedaría eliminado el ingreso por degüello de ganado menor”, reflexionó el diputado y promotor del foro que se cumple mañana en la Asamblea.
El plan gradual
Al elaborar el plan gradual de cumplimiento los municipios autoevalúan sus plantas de sacrificio o mataderos y definen en qué aspectos cumplen o no la nueva reglamentación del decreto 1500.El registro de este plan en el Invima incluye la presentación de la manera en que va a proceder para adecuarse a ella, determinando con precisión un cronograma de trabajo, la disponibilidad de recursos para cada caso y las acciones graduales de mejoramiento de las instalaciones físicas, equipos y utensilios, planes y programas, y operaciones o prácticas que se realizarán para corregir fallas.
Estos establecimientos tenían plazo hasta febrero de 2008 para inscribirse gratuitamente en un registro especial que se podía realizar en la página de internet del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima. La empresa que no lo hizo fue declarado ilegal.
Para las que sí, a partir de esto el ministerio de salud concedió al Invima un plazo de seis meses, prorrogables por otros seis, para hacer visita y revisar los planes de adecuación y cumplimiento de todos los estándares sanitarios.
Después de la aprobación, los mataderos y plantas de sacrificio tienen un plazo de tres años y medio para llevar a cabo todas las adecuaciones de mejoramiento y de esta manera garantizar una mejor calidad de carne a los consumidores. |
